A la necesaria recomposición salarial que el gobierno provincial debe a los docentes debe sumarse un mayor presupuesto para que las escuelas puedan cumplir los protocolos y la higiene necesarios de cuidado frente al coronavirus, pero no sólo ésto: la valoración de nuestros ingresos y de nuestro trabajo se juega también en el congelamiento de las cuotas de las viviendas del IAPV que hoy están en 7 mil pesos mensuales. Ganar un aumento y entregarlo en otra ventanilla no es lograr nada. Lo que venimos aportando religiosamente ya debería poder poner en marcha nuevos barrios docentes. Lo mismo para los costos de transporte y traslado: docentes y alumnos no pueden pagar para ir a enseñar y estudiar como si fueran de viaje turístico. Debe asegurarse una tarjeta educativa, un abono educativo que implique sólo un seguro mínimo, y debe garantizarse una ayuda mayor por traslado a los docentes que viajan en su propio vehículo. Adicionales, sueldo básico y jubilaciones deben actualizarse frente al ajuste inflacionario: la cláusula gatillo debe evitar que sigamos corriendo de atrás a los precios. No conocemos otra vacuna para los aumentos de combustible y para la especulación inflacionaria.
Por otro lado, la internet debe estar asegurada por el Estado para que sea una realidad y no un discurso la educación virtual, y en este sentido, los docentes tendremos doble trabajo, dentro de las aulas y en nuestras casas: la nueva legislación de teletrabajo debe ampararnos y nuestro plustrabajo debe ser bonificado. Nuestra salud, entendida en forma integral, se juega en las respuestas que consigamos a todas estas demandas, cómo también en la evolución de la campaña de vacunación, en la solución política al problema del IOSPER, en la tranquilidad de que nuestros derechos y aportes jubilatorios no serán tocados y de que se respetará la salud, la vida y el patrimonio de las comunidades educativas de nuestras escuelas rurales. Por lo demás, esperamos los concursos de titularidad de nivel primario.
Paritaria con inflación comiendo los ingresos y los aumentos es política de joda en reposera. No digan que no hay recursos: la deuda es con el pueblo trabajador, el desarrollo debe ser humano, los protocolos también deben darse contra el burocratismo y los privilegios y la contribución de las grandes fortunas puede transformarse en un impuesto federal permanente para financiar más educación y salud públicas.
Conducción Panza Verde de Agmer Filial María Grande
