Entregada personalmente por Diego López, Carmen Passi y Andrea Portillo a Müller en la Escuela Técnica de María Grande el Martes 5 de Octubre.
Al Presidente del CGE
Martín Müller
Presente
“Con precariedad docente, salarial, escolar y social no se cumplirá nunca completamente el derecho a la educación”
Nos dirigimos a ud. y por su intermedio al gobernador de la provincia y a los demás funcionarios de la administración provincial a efectos de solicitarles públicamente respuestas a nuestros reclamos educativos. En primer lugar, la reapertura de la urgente discusión salarial en paritaria y junto con ésto, la resolución de otras cuestiones fundamentales para sostener con dignidad y justicia los derechos de enseñar y aprender. El salario docente tiene una función pedagógica: un ingreso digno permite planificar mejor las clases y perfeccionarse continuamente sin sobresaltos. Con precariedad docente, escolar y social no se cumplirá nunca completamente el derecho a la educación. Necesitamos una recomposición salarial mayor ya para enfrentar el ajuste inflacionario, necesitamos conectividad buena para todos los docentes y alumnos en todas las instituciones educativas, necesitamos un seguro mínimo en transporte porque no puede ser que docentes y estudiantes tengan que pagar para enseñar y aprender o en nuestro caso, perder el poco aumento salarial en el pago de traslado y servicios. Además, hay que habilitar nuevamente más frecuencias horarias de transporte para evitar complicarle más la vida a docentes y alumnos. Una tarjeta educativa ayudaría para conectividad y transporte. Reclamamos el congelamiento de las cuotas de nuestras viviendas del IAPV en $ 7.000 y solicitamos avanzar con los nuevos planes habitacionales para nuestras compañeras y compañeros docentes. Queremos por supuesto un aumento en blanco para que llegue también a los trabajadores jubilados, queremos respeto a nuestra ley jubilatoria y queremos rediscutir el 3 x 1 en este nuevo marco político instituido por el gobierno nacional con la posibilidad de jubilaciones anticipadas.
Sabemos que una parte de nuestro reclamo no compete a funcionarios de la educación, pero sabemos también que si un funcionario nos responde que ese reclamo no está en su área de decisiones nos está mostrando que no va a ser un mínimo esfuerzo por articular respuestas con otros funcionarios de su mismo gobierno, y nos está mostrando también su concepción de la política. Para nosotros, cada palabra dicha, cada discurso dicho o escrito por el gobierno educativo que no está respaldada por respuestas concretas al reclamo gremial y docente es una palabra que queda en al aire, vacía de contenido laboral y educativo. Anhelamos que gobernantes, oficialistas hoy, opositores mañana y viceversa, reconozcan a la docencia su sacrificio y se disculpen por la deuda política y económica con ella. Un funcionario puede optar política y burocráticamente por lavarse las manos con las necesidades y planteos de las y los trabajadores o puede optar, democráticamente, por buscar respuestas y soluciones con quién tenga que buscarlas. Sería importante ver al CGE junto a Agmer y los demás gremios articulando soluciones a las demandas junto a Economía, Iapv, Transporte y Telecomunicaciones, lo mismo con el directorio del IOSPER para agilizar y ampliar la atención y los beneficios. Una política educativa amplia es lo que reivindicamos, una política transformadora: justicia económica, educativa y social.
Necesitamos que el estado invierta más en educación pública y especialmente hoy en cargos educativos como por ejemplo en tutorías pedagógicas para promoción acompañada y talleres de alfabetización básica especialmente para los primeros cursos de primaria, que pueden organizarse a contraturno. Necesitamos creación de cargos para reconstruir y reforzar los procesos de alfabetización dañados por la crisis pandémica y por años de flexibilidad neoliberal, liberando así también a los docentes de la sobrecarga de trabajo, especialmente el sobretrabajo virtual. En este nivel educativo, necesitamos una resolución política que permita a cada escuela poner a disposición de su comedor -pasadas 24hs- los bolsones de alimentos que algunas familias no retiran. Esto para los lugares donde se sigan entregando los bolsones: en las escuelas donde se reabren los comedores pedimos un refuerzo de las partidas para la alimentación de los gurises. Tenemos que tener todos en claro que entendemos por autonomía escolar e institucional: para nosotros, no hay autonomía institucional si el estado y la gestión política educativa se lavan las manos con respecto a los problemas escolares y sociales. Queremos un Estado que se haga cargo realmente de los problemas y dramas que surgen y no que descanse sobrecargando de trabajo social a las escuelas. El presupuesto educativo y el trabajo social son responsabilidad del gobierno, las decisiones pedagógicas prácticas y justas, dentro del marco legal, corresponden a las instituciones. Las escuelas salen a vender pizzas, pollos y alfajores para pagar las cuentas de la educación pública estatal y eso no debe ser así. Reclamamos normativa clara, basada en un análisis serio, fundamentado en el territorio y una planificación a futuro antes de proponer y poner en vigencia resoluciones y disposiciones que se contradicen, que no tienen sustento y que dejan expuestos a los equipos de trabajo de las escuelas. Aprovechamos a solicitar también la descentralización de la junta médica para revisar las licencias docentes y la simplificación de trámites, porque ni el gobierno ni el CGE le cubren el costo de traslado a Paraná a los docentes del interior ni pueden explicar tampoco como justificar la necesidad absolutamente ilógica e inadmisible de tener que pedir otro día en la escuela para ir a justificar faltas en días anteriores. Necesitamos también operatividad para tomar decisiones en relación a la autorización de licencias especiales evitando así la excesiva burocracia y ineficacia de la norma establecida.
Queremos que nuestros días institucionales sean más productivos desde el punto de vista pedagógico. A los sospechosos múltiple choice posmodernos -sospechosos de leso neoliberalismo- y a los diálogos TED le oponemos el necesario momento de análisis que cada institución debe darse de sus necesidades, objetivos y acuerdos a llevar adelante y la necesidad también de tener un momento formativo y un nexo entre niveles. Nuevos contenidos y propuestas para profundizar conocimientos y no para empobrecer la enseñanza deben ser parte del material que envíe el gobierno educativo, como también escuchar e integrar propuestas de renovación de contenidos por parte de los propios docentes deben ser parte de este proceso, lo mismo la preparación de los nexos entre primaria y secundaria y entre secundaria y superior. El CGE debe analizar con Agmer, los gremios y la docencia las necesidades de cada nivel educativo: las carreras terciarias, por ejemplo, deben fortalecerse y contar con plazos más largos, más con funcionarios y dirigentes que hablan de proyectar políticas medio siglo para adelante.
El problema educativo no es un problema sólo provincial en el estado de cosas que estamos hace tiempo. Necesitamos una devolución y redistribución federal de fondos para la educación pública y para construir una sociedad más justa y realmente federal. En esta línea, subrayamos nuestra posición de que el impuesto a las grandes fortunas debe tener continuidad y debe ser volcado directamente al incentivo docente. No habrá nunca transformación federal educativa y social sin la dignidad salarial y escolar. Tampoco habrá transformación educativa insistiendo con la receta de una escolaridad vinculada sólo al “mundo del trabajo”, es decir, en términos hegemónicos, al interés empresarial, mercantil y patronal. Educación y trabajo son conceptos mucho más amplios que empleo subordinado o mano de obra disponible para el capital explotador: la educación pública y los procesos alfabetizadores deben incluir las distintas opciones y concepciones de trabajo, inclusión, equidad, participación y sustentabilidad, pero por supuesto que deben ir mucho más allá que el estrecho horizonte de los intereses del mercado, que es el que nos han traído a la preocupante situación ambiental, económica y social en la que vivimos. Alfabetizarnos crítica y creadoramente para una ciudadanía democrática activa es mucho más que formarnos como mano de obra barata y precaria para aquellos que la cuenta sueldo es un costo y la educación es un gasto.
Conducción de Agmer Filial María Grande