Queremos
públicamente reiterarle al gobernador y a todos los funcionarios
nuestra posición y nuestro reclamo: ni la patria, ni la provincia,
ni la educación pública valen un tarro de pintura o un aumento
salarial simbólico que más bien se parece a una limosna o menos que
eso frente al ajuste inflacionario con que nos atacan las políticas
nacionales y provinciales. Invertir en las escuelas y en la educación
es lo que le corresponde al Estado, porque es para eso que el pueblo
paga sus impuestos. Estamos convencidos que, sin contratos truchos de
la política, sin corrupción y sin legisladores que se enriquezcan a
costa de los que trabajan, estas remodelaciones -lo mismo que la
confirmación de cargos o los aumentos en serio- no tardarían tanto
tiempo. Saludamos a toda la comunidad educativa de nuestra Escuela
Nro 168 y exigimos nuevamente al gobierno y a los funcionarios un
compromiso formal y público de respeto a todos los cargos docentes
de esa escuela y de todas las demás instituciones educativas.
No
hay patria ni educación ni justicia sin respeto a los docentes, a
los alumnos y al pueblo que sostienen con su compromiso y su
solidaridad nuestras escuelas. Ojalá un día los gobernantes y
funcionarios abandonaran sus privilegios y se las arreglaran con poco
como se las arregla el pueblo.
Por
lo demás, la inflación ha superado los magros aumentos salariales
que el gobierno provincial ha otorgado en consonancia con la línea
de ajuste del gobierno nacional. Reclamos una urgente convocatoria a
la rediscusión salarial, a la compensación por el salario real
perdido, al congelamiento real de precios y tarifas, entre los que
incluimos las cuotas de nuestras viviendas paritarias.
Para
finalizar, le exigimos al gobernador y a sus funcionarios el respeto
al fallo judicial que limita las fumigaciones cerca de nuestras
escuelas rurales. Es una vergüenza que, frente al rechazo político,
social y legal internacional que está teniendo la producción
biocida de la empresa Monsanto-Bayer, el gobierno provincial esté
pensando nuevamente como regular nuestra tierra en función de seguir
siendo el basurero humano y natural de los agrotóxicos imperiales.
La producción agroecológica ha vuelto a ser una realidad y una
necesidad en Argentina y en el mundo.
Entregada en mano al gobernador por
nuestra compañera Eva Pucheta en la
Escuela Nro. 168
Conducción
PANZAS VERDES de AGMER María Grande