Frente
a una nueva etapa de la discusión salarial que se abre con la
decisión del Congreso de Agmer de declarar insuficiente la propuesta
del gobierno, queremos convocar a toda la docencia al máximo de
unidad y compañerismo frente a las presiones y amenazas inaceptables
que los funcionarios burócratas y mediocres -y sus cómplices- hacen y
harán a los trabajadores de la educación, y especialmente a las y
los compañeros directivos de nuestras escuelas.
Solicitamos
a cada compañero docente y a cada docente en cargo directivo, toda
la solidaridad, la honestidad y el diálogo permanente para evitar
que el poder siga usando a unos trabajadores contra otros, haciendo
retroceder más nuestros derechos. Podemos comprender a ese compañero
que recibió presiones o a ese docente que tiene miedo de perder
parte de su sueldo por la amenaza de los descuentos. A esos
compañeros les pedimos que vayan de frente en la sala de maestros y
en las asambleas y digan sin problemas lo que pasa, tratando de
fortalecernos en el compañerismo y en el espíritu colectivo de
lucha, especialmente con el respaldo gremial. Lo que no podemos
aceptar es a aquel supervisor, a aquel directivo y aquel docente que
desprecian de distintas maneras la lucha y la atacan con lista de
paro o con presentismo rompehuelga. Respetamos la libertad de esos
docentes, pero por una cuestión ética les decimos que, como han
despreciado la lucha colectiva, que donen cada peso que reciban de
aumento a las cooperadoras de sus escuelas.
Las
listas de paro son ilegales e inmorales. Sólo se debe pasar
porcentajes de adherentes a la lucha, y tampoco comprometer al
colectivo con esa información. El esfuerzo es de todos y el
beneficio es para todos. Aquel docente que desprecia la lucha, que
done su aumento a la cooperadora. Estamos cansados de poner siempre
la otra mejilla.
Para
nosotros, la lucha por una sociedad mejor se da dentro y fuera de las
escuelas. En el aula y en cada actividad pedagógica, tratando de
desarrollar un espíritu crítico, reflexivo y creador con nuestros
alumnos y con toda la comunidad educativa. En la calle, poniendo toda
la fuerza cuando toca hacerlo. De lo que se trata es de construir una
conciencia colectiva movilizada para que los derechos del pueblo no
queden en meras intenciones o en discursos vacíos.
Unidad,
compañerismo, honestidad, coherencia y lucha compartida.
Conducción
Panza Verde de Agmer María Grande
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