-POR MÁS GRITOS
BLANCOS Y POPULARES-
Este jueves 3 de Octubre,
tuvimos el honor una vez más de participar del cierre las Segundas
Jornadas de Educación organizadas por los compañeros del Centro de
Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER,
en Paraná, la Universidad Nacional de Entre Ríos. Con un gran marco
de estudiantes, docentes de distintos niveles, estudiantes de la
UADER también y público que se acercó al Auditorio Rodolfo Walsh,
nos tocó, junto al compañero Claudio Puntel -Secretario de Cultura
de Agmer Paraná- y junto a compañeras de la Escuela Técnica
Industrial de Santa Fe -docente y alumnas del Grupo Quimera- aportar
unas líneas para el debate estratégico sobre “Democracia en la
construcción de la dinámica escolar”. Transcribimos y
desarrollamos aquí algunos conceptos.
- ¿QUÉ ESCUELA PARA QUÉ DEMOCRACIA? ¿QUÉ TIPO DE DIÁLOGO?
“...Tan ilustrados
como valientes”
JOSÉ ARTIGAS
En primer lugar, la
consigna del panel-debate nos invita a hacer un ejercicio de
deconstrucción política, y discutir cada idea y cada parte del
asunto: necesitamos repensar que entendemos por democracia, que sería
democracia educativa, escolar y pedagógica y que entendemos o como
vemos la dinámica escolar o las dinámicas escolares.
Está claro que en el
régimen capitalista en el que vivimos no hay democracia auténtica.
Esta democracia formal, vertical, “representativa”, burguesa, no
es la democracia verdadera que queremos. Democracia de palabra, vacía
de contenido, democracia de traiciones al pueblo trabajador, sin
diálogos, sin compromisos, sin acuerdos y debates profundos y
creadores, sin posibilidad de decisión popular soberana más allá de lo electoral, no es democracia.
En éste contexto
político se desarrolla nuestra escuela pública y nuestro sistema
educativo. En éste contexto, el poder nos vive hablando de diálogo.
¿Qué diálogo? ¿Hay diálogo cuando se ataca y se culpabiliza de
todo a los trabajadores docentes?¿Qué diálogo hay cuando se obliga
a una sola de las partes al diálogo? ¿Qué diálogo hay cuando la
presidenta, o un funcionario, o un padre alienado ataca y ofende la
labor docente? ¿Qué diálogo hay cuando el 80% o 90% de los
familiares no van a las reuniones de padres en la escuela secundaria,
que hoy es más fundamental que nunca?. ¿Que diálogo fructífero
habrá pidiéndole a la escuela y al docente que incluya, mientras el
régimen hegemónico excluye? ¿Qué diálogo habrá desdibujando más
el rol docente? ¿Qué diálogo real habrá si, como repasa Gabriel
Noel (*1), una directora, descarga todas las responsabilidades y el
aguante al docente, “porque es con el único con el que puedo
hablar, porque los funcionarios están en otra, y algunos padres sólo
te amenazan con violencia a vos, a tu familia, a tus cosas, y hoy no
podés hacer nada”.
2) POR OTRO CONTEXTO
CULTURAL
Empezará a haber diálogo
democrático respetuoso y constructivo cuando todas las partes,
empezando por los gobiernos y los padres, recuperen códigos
culturales perdidos y respeten la escuela y el trabajo docente. El
gobierno ya probó con atacar a los docentes y a las instituciones
educativas, especialmente en secundaria, de distintas maneras, y el
resultado está a la vista: los dramas sociales desbordan a las
escuelas y a los que trabajamos en ellas. Se siguen reuniendo
funcionarios, supervisores y operadores para “analizar”
repitencia y deserción y ya no saben que hacer, y no se puede
golpear más a la escuela secundaria. Si quieren desarrollar de
verdad una política educativa efectiva y democrática lo primero que
tienen que hacer es dar vuelta la página y construir otro contexto
político y cultural: valorar públicamente a la escuela y a los
docentes y convocar a la sociedad a llenar de respeto creador a la
educación pública. Y después, avanzar con políticas de
transformación económica y social estructural, real. Pero lo
primero, por lo menos, ayudaría en algo: construir un nuevo contexto
cultural a favor de la educación, y no sólo como acción social
funcional a la exclusión y desigualdad estructural.
- EL ROL CREADOR DOCENTE, SIN DEMAGOGIA
“...Tanto Pauli como
Heisenberg estaban en Gotinga en 1922
cuando éste último
tuvo su primer encuentro con Bohr.
Heisenberg, que sólo
tenía veinte años y estaba trabajando
en su tesis doctoral, se
levantó para planear una objeción
luego de una ponencia de
Bohr. Este respondió dubitativo...
Al concluir la ponencia,
Bohr se me acercó y me invitó
a caminar con él esa
misma tarde por la montaña Hainberg...
Sería correcto decir
que mi carrera comenzó esa tarde,
cuando Bohr me contestó
que...
¡ Los átomos no eran
cosas!...”
HEISENBERG: GENIO Y
ALPINISTA, en
TEORÍA CUÁNTICA
PARA PRINCIPIANTES
BsAs, Era Naciente,
2006, pp.121-122
Habrá más democracia
escolar, política y social con el respeto democrático -no vertical-
a los roles, y en nuestro caso, al rol docente. Nadie viene a
plantear aquí el respeto y el rol desde un punto de vista
conservador: venimos a plantear la delgada línea fina que a veces
separa, y a veces no, el discurso oficial sobre el diálogo y la
inclusión, y la demagogia destructiva. Venimos a plantear claro, que
hay diferencias entre rol disciplinador y reproductor de ideología
hegemónica, con el rol creador y democrático, pero la educación
popular y la construcción de soberanía pedagógica y cultural
también necesitan roles, y los docentes debemos ser docentes, con
fuerte, sólida y permanente formación y abiertos, con espíritu
abierto, animador, democrático y creador.
El desarrollo de
relaciones sociales democráticas y creadoras necesita el desarrollo
de roles democráticos y creadores: hasta en las pedagogías más
autonomistas y libertarias hay responsabilidades y roles. Son
responsabilidades definidas colectiva y democráticamente, pero no
dejan de ser responsabilidades. Hay responsables animadores hasta en
las escuelas zapatistas y anarquistas: una de las extraordinarias
huelgas que los trabajadores hicieron en nuestra Patagonia Rebelde
fue contra el infame asesinato protofascista del Estado Español
a un docente, el gran Francisco Ferrer (1909). Era un docente
libertario, con nombre y rol democrático y creador bien respetado y
definido.
4) RIGOR METODOLÓGICO Y
NUEVO MOMENTO DIALÉCTICO
Enseñar y aprender,
profunda, democrática y transformadoramente, necesita rigor
metodológico y formación. El propio Paulo Freire -que, igualmente y
como lo dice Vanilda Paiva, debe ser hoy superado- lo dice en su
Pedagogía de la Autonomía: “enseñar exige rigor metodológico”
(*2). ¿Qué Freire han leído los que plantean flexibilidad a
cualquier precio, educación como acción social funcional a la
alienación capitalista y un ataque permanente a los docentes -decir
demágogica e irresponsablemente que “los alumnos se aburren” es
impresentable e inaceptable-? (*3). No hay ni habrá educación sin
docentes. Necesitamos potenciar su rol creador, si es que de verdad
apostamos por la educación pública y por una democracia mejor.
Parece como que
estuviéramos en los albores de un tercer momento
histórico-dialéctico. En el primer momento, tuvimos una educación
pública en Argentina fuerte, con roles, efectiva, pero positivista,
eurocentrada y conservadora: de todas maneras, sus efectos culturales
fueron más allá de las líneas hegemónicas. En un segundo momento,
tenemos unas ideologías educativas aparentemente cuestionadoras (la
pretendida antítesis, que no es tanto), progresistas, flexibles y
supuestamente más democráticas. El avance lo producen los debates y
las luchas, pero las ideologías oficiales, ya lo dijimos, piensan
más en clave de acción social demagógica. Una vez más, los
efectos culturales serán diversos, pero lo que queda claro es que
necesitamos forjar un tercer momento dialéctico de síntesis
creadora: una educación democrática, abierta y creadora, pero con
roles claros, responsabilidades y respeto, en un contexto político,
económico, social y cultural distinto.
- DEMOCRACIA AUTÉNTICA Y LUCHA PREFIGURATIVA
Con éstas primeras
ideas, proponemos entonces pensar la democracia como
responsabilidad colectiva creadora y liberadora, no como
demagogia insípida funcional a lo mismo. Y enseguida cabe
preguntarnos: ¿Cuán democrática puede ser la escuela? ¿Cómo
hacer para avanzar en la democratización escolar, política y
social?. En éste sentido, proponemos recuperar y recrear aquí la
consigna estratégica, elaborada por aquel notable revolucionario
socialista italiano que fue Antonio Gramsci, de “lucha
prefigurativa”, es decir de pensar que nuestras luchas, deben
prefigurar, anticipar, en sus ideas, en sus pensamientos, en sus
relaciones y en sus prácticas, una sociedad diferente. Pero la
lucha, profundamente democrática y antagonista, más allá de la
coherencia y los valores que les pongamos, se darán transitoriamente
en un marco que no es democrático, por ello, deben tratar de
avanzar, prefigurar -por eso es sólo “un anticipo”- al máximo en lo
suyo -en nuestro caso, en el ámbito estratégico de la educación- y
a la par, batallar política y socialmente va más allá. Para
clarificar: tenemos que avanzar en prefigurar ideas y prácticas
democráticas y populares en la educación, y a la par batallar
política y socialmente por más democracia y por la emancipación
social más allá de las instituciones educativas, para que la
democracia popular y protagónica, directa y auténtica avance por todos los carriles y construyamos de
verdad una sociedad profunda y multidimensionalmente democrática y
emancipada.
La lucha educativa puede
y debe prefigurar otra democracia, pero no podrá sola. La lucha debe
darse, insistimos, en todos los ámbitos, más allá de lo educativo.
- LA COMPLEJIDAD DE LAS DINÁMICAS ESCOLARES Y LA NECESIDAD DE MÁS FORMACIÓN PROPIA DE LOS DOCENTES
No hay una sola dinámica
escolar, más allá del contexto hegemónico general que influencia y
presiona. Hay una complejidad enorme y extraordinaria en las
cotidianeidades escolares, y hay, por supuesto una compleja
(inter)relación entre lo político, lo ideológico, lo pedagógico y
lo social. En nuestras escuelas pasa de todo, bueno y no tan bueno -las privadas no escapan al contexto-.
La escuela pública resiste, acierta, erra, sufre y crea, como puede.
En nuestras escuelas hay riquezas y pobrezas, de todo tipo y
mezcladas. Hay alegrías, hay frustraciones, hay conciencias y hay
violencias. No hay “violencia escolar” (dejemos de pensar y
hablar con las palabras del poder, decía Foucault): hay violencia
social en la escuela. ¿Cómo establecer un diálogo democrático con
los narcotraficantes que, impunemente, se van metiendo con nuestros
gurises? ¿Qué propuestas tienen, sobre éste drama cotidiano, los
teóricos oficiales del “aburrimiento”?. Necesitamos otras
políticas y otro contexto, para una mejor educación.
¿Esto se soluciona sólo
con más formación docente?. La formación, entendida en forma
clasista y profunda, es necesaria y debe ir, por supuesto, más allá
del márketing liberal, demagógico y estrecho que genera el poder
hegemónico -en todas sus variantes-, y el debate sobre la
autoreflexión docente y sobre la formación permanente docente debe
ir siempre a la par del debate sobre más presupuesto para la
educación pública, más salario y más valoración cultural del
trabajo de enseñar y de las responsabilidades compartidas. Si no se
dan esas discusiones políticas juntas, somos funcionales a la
degradación de la tarea educativa.
“Nadie enseña lo que
no sabe”, me dijo una vez una gran compañera, madre del aula en
María Grande (*3). Si, y amplío: nadie enseña lo que no sabe y
nadie escucha y dialoga si no está seguro y no tiene confianza.
Necesitamos más formación política, gremial, específica y pedagógica propia,
autónoma, de clase para potenciar más soberanía pedagógica,
política, económica, ambiental y cultural. La propia consigna de
formarnos en una consciencia de clase trabajadora docente -que
planteamos el año pasado en la UNER-, apunta, por un lado, a
más formación crítica y liberadora en economía política, y por
el otro, a más desarrollo intelectual y cultural propio y amplio
para potenciar el trabajo con el conocimiento, que hoy más que nunca
es un trabajo estratégico.
La idea de forjarnos una
consciencia de clase trabajadora docente quiere decir que a la par de
la pelea económica y popular, hay que dar la pelea cultural. Si
falta una de las dos en la lucha, a pesar del pedagogicismo
supuestamente progresista de algunos, la lucha no irá muy lejos.
- TODOS LOS GRITOS BLANCOS, EL GRITO
A estas alturas de
nuestra intervención, podemos preguntarnos, ¿en qué prácticas
políticas y pedagógicas actuales tenemos señales fuertes de lucha
prefigurativa?, reconociendo, en primer lugar, que no hay recetas
para la creación y la transformación pedagógica y política, y que
las vías y caminos son y serán múltiples y variados.
Hay miles y miles de
acciones e iniciativas creadoras, pero vamos a resaltar
estratégicamente el Grito Blanco generado en conjunto por la
Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, los delegados y militantes, y las instituciones educativas de
esa ciudad entrerriana, en lucha contra la contaminación generada
por la transnacional imperial pastera UPM Botnia. Desde hace nueve
años hay un trabajo conjunto de asamblea y escuelas por la
concientización contra el peligro, la contaminación, y por los
derechos humanos, ambientales y sociales, que desemboca en una
movilización común de fuerzas. La democratización de la democracia
necesita de más asambleas ambientales y de más gritos blancos y
populares: mucho más en la era del capitalismo extractivista, y
frente a los peligros que generan UPM, Chevrón, Monsanto, Barrick
Gold y todo el capital explotador.
Que todos los gritos,
muchos hoy silenciosos, sean un grito, para sacudir con fuerza la
realidad instituída. Será tarea, de cada asamblea y de cada grito
blanco y popular, evaluar sus logros y enfrentar sus límites para
superarlos, y evitar que el grito sea testimonial y no transformador.
En toda Nuestra
América-Abya Yala están potenciándose gritos blancos y populares.
En Chile, donde continúa con fuerza la batalla por la educación
pública y gratuita; en Uruguay, y sobre todo, en Brasil, donde
venimos -hace poco y con las brasas ardiendo- de extraordinarias y
multitudinarias movilizaciones populares por más educación, más
salud pública y por el pase libre en el transporte público. Hay un
desarrollo democrático alternativo y prefigurativo en la praxis de
esos jóvenes estudiantes brasileños que formaron el Movimiento Pase
Libre -con uso alternativo y transformador de las redes también- y
que dieron debate sin pausa, potenciando las luchas y logrando una
impresionante acumulación y movilización de fuerzas cuando al
gobierno, en medio del gasto por el mundial de fútbol que se viene,
no se le ocurrió mejor idea que aumentar el transporte.
La movilización -que
llegó al millón de personas en algunos lugares- con consignas
políticas claras, como por ejemplo “quiero que las escuelas y los
hospitales sean tan lindos como los estadios de fútbol” logró que
la Presidenta Dilma Roussef los tenga que recibir primero -gesto de
diálogo, que no es una revolución, pero que otros supuestos
latinoamericanistas podrían imitar- y prometerles después -aunque
los vagos lo declararon “insuficiente”- que iba a mejorar el
transporte (y en dos ciudades se logra después pase libre), que el
100% de lo recaudado por el petróleo va a ir para educación y
salud, y que se iniciará una reforma política y una lucha contra la
corrupción.
En las redes y en las
calles de Brasil, como en tantas redes y calles de nuestro continente
y del mundo se prefigura otra democracia, que por ahora sigue
oprimida. Necesitamos potenciar consignas políticas comunes claras y
de clase, necesitamos prefigurar democracia con la construcción de
más gritos blancos y populares para forjar poder popular liberador, dentro y
fuera de nuestras instituciones.
- UN DEBATE ABIERTO
Después de nuestras
intervenciones, vinieron las preguntas, análisis y comentarios del
público presente en el panel-debate de la UNER. Muchos temas se
desarrollaron en ese rico intercambio y debate: por ejemplo, la
necesidad de más inversión educativa por parte del estado nacional,
que le tira casi toda la responsabilidad a las provincias, el
cuestionamiento a los subsidios estatales a la educación privada
-profundamente antidemocrático-, la necesidad de militar sin ser
funcionales al ajuste, el burocratismo y la exclusión estatal, la
complejidad de las relaciones entre ciudadanía y democracia, tanto
formal como sustancial, el desafío cotidiano de no naturalizar los
problemas y las injusticias, los múltiples problemas de salud
laboral y también el debate sobre el rol fundamental de los
directivos, que deben evitar pensarse y encerrarse como
“funcionarios”.
Prof. Mauricio Castaldo
Sec.Gral AGMER María
Grande
6/10/2013
NOTAS:
(*1) GABRIEL NOEL, “La
conflictividad cotidiana en el escenario escolar: una perspectiva
etnográfica”, UNSAM Edita, BsAs, 2009, por ej. pag.155.
(*2) PAULO FREIRE,
“Pedagogía de la Autonomía”, BsAs, Siglo XXI, 2003, p.27.
(*3) “La escuela no
excluye, el alumno viene excluído a la escuela”, dijo, hace poco,
en un debate institucional, el compañero Jerónimo Reyes, profe de
plástica y Secretario de Formación de Agmer María Grande.
(*4) Hablo, claro, de la
compañera Haydee Orrantia, ex Secretaria General de Agmer María
Grande, ex Secretaria de Interior de Agmer Paraná y actual
Secretaria de Jubilados de nuestra Filial gremial.
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