La patronal eligió darnos batalla, nos quiere arrinconar y desacreditar.
Blanda y obsecuente con los poderosos y el gobierno central, la patronal acepta el desfinanciamiento de la provincia, lo vota y lo aplaude. Las consecuencias son lógicas.
Entonces llegamos los trabajadores con un RECLAMO JUSTO, LEGÍTIMO Y NECESARIO, y la patronal responde con un latiguillo: no hay recursos.
¿No hay recursos para quién?
Hace años que venimos soportando esa misma cantinela. Son mansos y obedientes con los de arriba, soberbios con los de abajo, estos patrones eligen este sistema impositivo injusto y este orden unitario anticonstitucional.
Se proponen procesar a nuestros luchadores sociales, en eso pretenden entretenernos, y son ellos los que quiebran el orden constitucional que manda un régimen federal desde el primer artículo.
Entonces los grandes monopolios siguen con sus pingües negocios y el gobierno central se ufana de pagar deudas externas harto ilegítimas, mientras pisotean a la clase trabajadora.
Sabemos que este modelo contrario al interés de los trabajadores llegó para quedarse, y se afianzó con la dictadura, con el menemismo, y en nuestro correlato provincial el bustismo, el montielismo y ahora el urribarrismo, y otros procesos similares que continúan, aunque cambien las máscaras por conveniencia. Y bien: ese modelo concentrador de riquezas y limador de expectativas populares podrá perpetuarse sólo si nosotros retrocedemos.
Tizas Rebeldes-Leer Completo
Documento para el debate
Blanda y obsecuente con los poderosos y el gobierno central, la patronal acepta el desfinanciamiento de la provincia, lo vota y lo aplaude. Las consecuencias son lógicas.
Entonces llegamos los trabajadores con un RECLAMO JUSTO, LEGÍTIMO Y NECESARIO, y la patronal responde con un latiguillo: no hay recursos.
¿No hay recursos para quién?
Hace años que venimos soportando esa misma cantinela. Son mansos y obedientes con los de arriba, soberbios con los de abajo, estos patrones eligen este sistema impositivo injusto y este orden unitario anticonstitucional.
Se proponen procesar a nuestros luchadores sociales, en eso pretenden entretenernos, y son ellos los que quiebran el orden constitucional que manda un régimen federal desde el primer artículo.
Entonces los grandes monopolios siguen con sus pingües negocios y el gobierno central se ufana de pagar deudas externas harto ilegítimas, mientras pisotean a la clase trabajadora.
Sabemos que este modelo contrario al interés de los trabajadores llegó para quedarse, y se afianzó con la dictadura, con el menemismo, y en nuestro correlato provincial el bustismo, el montielismo y ahora el urribarrismo, y otros procesos similares que continúan, aunque cambien las máscaras por conveniencia. Y bien: ese modelo concentrador de riquezas y limador de expectativas populares podrá perpetuarse sólo si nosotros retrocedemos.
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