Expresamos desde la militancia docente y gremial nuestra satisfacción ante la derogación de la ley 10092 que entregaba al saqueo mercantil las islas de nuestro Delta. Ha sido un triunfo en la batalla de ideas en defensa de nuestra tierra. Hubo una unidad en la pluralidad de los sectores militantes que reafirmamos claramente que queremos seguir disfrutando de un fresco abrazo de agua para siempre, como dijera Carlos Mastronardi, cuando definió a nuestra provincia.
El desafío es controlar ahora que los sectores del poder político y económico no quiera avanzar pasando por el costado de la legalidad, y profundizar el reclamo y las iniciativas comunes por los “otros famatinas” que nos preocupan y nos duelen: UPM-Botnia, la concentración y extranjerización de nuestras tierras, los desmontes, el Muro de los Arenales y los agrotóxicos, entre otras cosas.
Hay una ética profunda de la entrerrianidad, un aura del sauce, de las islas, del monte y del río -como supo decir el gran Juan L. Ortíz- que pone límites a las ambiciones del poder. Esa ética y nuestra memoria histórica nos marcan a todos un camino diferente para el futuro.
Mauricio Castaldo
Sec DDHH CTA Paraná
Sec Gral AGMER María Grande
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