Los trabajadores “exigimos no menos del 20 por ciento de aumento para el segundo trimestre del año, dada la pérdida del poder adquisitivo, la inflación creciente y el fracaso del congelamiento de precios” , afirmó a AIM el secretario Adjunto de la seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), quien reclamó al congreso del sindicato que se manifieste y accione “para romper el posibilismo del gobierno provincial, que nos tiene en los niveles salariales más bajos del país”.
En diálogo con esta Agencia, el docente explicó que “fundamenta esta petición el despojo que venimos sufriendo los trabajadores en la últimas décadas. Según el Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped), de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, en 1993 el salario real era un 13 por ciento mayor al de 2010; en 1984 un 42 por ciento mayor, y en 1975 (antes del Rodrigazo y la dictadura militar), un 65 por ciento más alto. Todos los informes reflejan que, desde 2011, la inflación ha provocado que la situación actual sea aún peor”.
Para Baudino, esos datos “revelan” que en la década “ganada” se consolidó una confiscación histórica a la clase obrera. “El gobierno se esfuerza en ocultar este hecho, comparando los valores actuales con los más bajos de la historia de nuestro país -los de 2002/ 2003. También con las estadísticas deformadas por los índices oficiales, donde se tergiversa la evolución del salario real y los índices de pobreza, o comparando solamente la evolución del salario mínimo, que no llega ni al 25 por ciento de la canasta familiar y que parte de un valor inicial completamente desactualizado”.
El profesor de Historia recordó que a fines de 2011, “el empleo precario seguía alcanzando al 35 por ciento de la población económicamente activa y, sumando a los subempleados y desocupados, superaba el 55 por ciento. Desde 2012, con la evolución de la crisis económica, el problema empeoró”.
Un poco de historia
Hasta la cuestionada Corte Suprema de Justicia se pronunció positivamente en una causa respecto al derecho a la integridad del salario. Citó su propia jurisprudencia diciendo que
“el salario es el medio por el cual el trabajador ‘se gana la vida’”. Dato elemental, por cierto, pero de esencial relevancia para esta litis (declaración judicial realizada en el registro de propiedad como medida cautelar sobre bienes del demandado), toda vez que constituye el eje mayor para esclarecerla.
La expresión entrecomillada, no por su sencillez, deja de ser más que elocuente para mostrar la directa e indisociable atadura que une a la remuneración con la vida misma de un empleado y, regularmente, de su familia. “Ganarse la vida es obtener, como mínimo, lo necesario para acceder a la salud; a la educación; a la cultura; a un nivel de vida adecuado, lo cual incluye, ínter alía, alimento adecuado, vivienda adecuada y vestido adecuado; al descanso, entre muchos otros bienes del terreno de los derechos humanos económicos, sociales y culturales”, dijo Baudino.
Más datos
Según precisó en Argenpress el militante del Partido Obrero Sergio Szulman, la proyección del salario es de alcances incluso mayores, dado que también comprende el ejercicio de los derechos humanos civiles y políticos, desde el momento en que, conforme al ya universalmente consolidado principio de interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos, el antedicho ejercicio es “imposible” sin el goce paralelo de los derechos económicos, sociales y culturales
Además, datos proporcionados por CTA oficialista que lidera Hugo Yasky, revelan que “los trabajadores se apropian en la actualidad de una porción inferior del ingreso que a comienzos de la década del noventa. Este proceso obedece al relativamente bajo incremento registrado en los salarios reales, en el marco de una de las fases de crecimiento económico más significativas de la historia de nuestro país. Mientras el producto bruto se duplicó, en la década kirchnerista el salario real promedio apenas llegó a recuperar los valores postmenemistas de diciembre de 2001”. Para muestra, sobra un botón.
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