"...La secretaria de Educación presentó al equipo de formadores del área Programa Nacional de Formación Permanente de la Secretaría de Educación de AGMER, integrado por: César Ricciardino, María Raquel Pérez, Cristina Calvet, Sandra Sanabria y Mauricio Castaldo..."
Documento de
posicionamiento gremial sobre la implementación
y desarrollo del
Programa
Nacional de Formación Docente Permanente
y su desarrollo en
nuestra provincia
Nuestro
recorrido:
Partimos del convencimiento de
que no es posible modificar la escuela si no hay transformación del
trabajo docente y si no hay un debate y una lucha permanente por
transformaciones políticas, económicas, sociales, ambientales y
culturales. Luchar por esa transformación es también apuntar a
construir conocimiento propio sobre el trabajo y la escuela, y en esa
construcción son los propios docentes los que tienen que
visualizarse como protagonistas comprometidos y críticos.
Por esta razón es que
concebimos necesario volver a mirar(nos)
y volver a mirar críticamente la realidad desde sus múltiples
dimensiones para
sostener nuestro presente, pero también para generar mejores
herramientas institucionales y de enseñanza que posibiliten a su vez
otras oportunidades de aprendizaje.
Reconocemos la formación
permanente y en ejercicio como un derecho de las y los docentes. La
demanda histórica sostenida por nuestro sindicato, tanto a nivel
provincial como nacional, fue poder
lograr un
programa integral en el que se reconozca nuestro trabajo y el
conocimiento cotidiano que hemos construido de, desde y en la
escuela. Porque
producimos conocimiento pedagógico y lo que anhelamos es poder
recuperarlo como praxis con sentido político.
No habrá formación
permanente en ejercicio si no logramos instalar sentidos que luchen
contra la deshistorización y los reduccionismos (algunos del ámbito
del conocimiento pedagógico y otros herederos de políticas de
fragmentación, subalternidad y exclusión) que simplifican la
realidad y construyen respuestas lineales a situaciones complejas que
requieren miradas colectivas y esfuerzos transformadores.
No habrá formación
permanente en ejercicio si no logramos que se asuman las huellas de
nuestra cultura magisterial, pero tejidas a los desafíos de las
prácticas concretas en sus contextos, desde una posición
ético-política que nos reconozca como sujetos plenos en ejercicios
específicos, en puestos de trabajo concretos.
Pensar en una formación
permanente y en ejercicio es reposicionarnos
como constructores de propuestas educativas a partir de la reflexión
y sistematización colectiva de nuestras acciones
político-pedagógicas y asumirnos como sujetos plenos, hacedores de
historia. Es reivindicar nuestro saber, darle palabras a nuestras
acciones con el objetivo de configurar escuelas cada vez más
democráticas e inclusivas.
Para nosotros, la Formación
Permanente no se inaugura con una resolución, es parte de una lucha
histórica que como Sindicato hemos sostenido. El Programa Nacional
de Formación Permanente del CFE, retoma en su norma sentidos que
hemos disputado durante muchos años desde AGMER y CTERA, algunos
están en la letra, otros estuvieron en el debate paritario y
requieren nuevos ámbitos de trabajo y formalización.
Hablamos de la Formación
Permanente en Ejercicio y estamos en este proceso desde nuestra
militancia, porque en este espacio se requieren definiciones, y
porque nos asumimos y nos reconocen por nuestra lucha como
interlocutores políticos, partícipes en la determinación y no sólo
en la ejecución de las políticas educativas.
Es por ello que haber podido
establecer un acuerdo paritario a nivel nacional es un logro que
responde a nuestra demanda histórica. Sostuvimos y sostenemos,
entonces, el compromiso con la posibilidad de concretar este programa
como parte de nuestra labor.
Los
Sentidos Conquistados:
Enmarcado en la legislación
vigente, el acuerdo paritario firmado entre la CTERA y el gobierno
nacional en noviembre de 2013, establece pautas para hacer efectiva
la formación permanente y en ejercicio para todos y todas las
docentes del territorio argentino.
Para que en nuestra provincia
el Programa Nacional de Formación Permanente sea más que buenas
intenciones y/o un trámite administrativo, tenemos que estar atentos
al desarrollo del mismo. Es por ello que creemos necesario dar cuenta
de lo que acontece en las distintas instancias de la formación, ya
sea en aquellas escuelas seleccionadas para la cohorte 2014, como así
también consideramos necesario que las y los docentes no
incorporados todavía, puedan tener el conocimiento de dicho
programa.
Consideramos que la propuesta
encarada por la provincia tendrá que favorecer la reflexión desde
las particularidades de cada una de nuestras escuelas. Garantizar la
apropiación de los contenidos teóricos con el propósito de
convertirlos en herramienta de cambio al ponerlos en contexto, al
tensarlos con la realidad de las escuelas, haciendo énfasis en el
trabajo docente colectivo, con sentido no instrumental sino desde el
potencial político comprometido con la transformación de la escuela
y la realidad.
Son muchas las inquietudes que
aparecen cuando pensamos en la concreción de esos objetivos. Nos
preguntamos por ejemplo: cómo generar una capacidad constante de
reflexión y de elaboración de propuestas formativas que contemplen
la globalidad de la realidad social, política, económica y cultural
sin dejar de lado la experiencia docente y el conocimiento construido
en la misma.
Además nos parece necesario
enfatizar que esta propuesta implica una mirada colectiva, en la que
la escucha de todos y cada uno, nos permita construir un nosotros en
función de los fines compartidos.
Nuestro
Compromiso:
Con el objetivo de brindar
información, tanto a quienes participan en 2014 como a quienes
participarán en próximas cohortes, así como afianzar las acciones
previstas por la provincia para el comienzo de este programa y
reafirmando el compromiso con la lógica y propósitos del Programa
Nacional de Formación Permanente, es que como sindicato queremos
establecer algunas líneas de acción.
Proponemos trabajar todos
juntos para lograr que la formación sea viable, factible, de interés
y construida desde posicionamientos que contengan en sus lógicas de
transmisión no sólo temáticas acordes con los niveles y
modalidades sino también, formas de organización, tiempos y
espacios que reconozcan a los docentes en su dignidad, con sus
trayectorias de formación y su experiencia en sus puestos de
trabajo, desde las cuales construyen conocimiento pedagógico que no
puede quedar afuera, que deber ser objeto de esta formación.
Necesitamos, entonces, que los
compañeros y compañeras delegados/as de cada escuela que participa
en el Programa puedan tener una mirada interesada para realizar un
acompañamiento crítico, atento a los sentidos del programa,
centrado en la convicción de que el mismo no se desvirtúe, no se
pervierta, no se diluya.
Para quienes todavía no estén
participando del Programa, se requiere informarles de esta propuesta
de formación permanente, remarcando que la misma surge de un acuerdo
paritario y que está pensada para todas/os las/os docentes y que
nadie se sienta ajeno, porque el logro es de los trabajadores de la
educación organizados.
Necesitamos ejercer vigilancia
política, epistémica y pedagógica del Programa como seguimiento y
monitoreo en cada escuela:
Vigilancia
política
para que no se desvirtúe el sentido del mismo, para que se haga
explícito que esta política pública no es una “oferta”
del Estado, sino una conquista gremial que el Estado devuelve como
política educativa; y que ese componente de conquista gremial nos
reconoce como sujetos de determinación político-pedagógica, como
trabajadores de la educación y no como ejecutores de las mismas.
Seguimiento y monitoreo para garantizar que se cumplan los objetivos
y los tiempos estipulados, se dispongan los recursos, se ejerzan los
presupuestos, se generen las condiciones y se garanticen las
posibilidades para todos.
Vigilancia
epistémica
para que se respete la “concepción
de conocimiento”
propuesta en el Programa, para que el producto de la formación
redunde en la transformación de la escuela y en el reconocimiento de
nuestro trabajo. Para que nuestra experiencia sea objeto de
conocimiento. Para que no se malverse la concepción de formación en
servicio, que no quiere decir solamente en la escuela y en horario de
trabajo, sino desde la realidad institucional y para la realidad
institucional, respetuosa de nuestros saberes y preocupaciones y
atenta a los puestos de trabajo que son siempre colectivos. Para que
se modifiquen los criterios tradicionales, meritocráticos e
individuales de acreditación a la carrera docente.
Vigilancia
pedagógica
para garantizar el acceso igualitario de todos los docentes de toda
la provincia, de todos los niveles y las modalidades a contenidos
similares, a la vez que diferenciados. Seguimiento
para garantizar estrategias de transmisión centradas en la
reflexión, en el trabajo colectivo, en la participación activa de
los docentes, en la construcción de alternativas de solución a los
problemas planteados; para garantizar el desarrollo de los
dispositivos propuestos por el Programa y el acceso a los materiales,
para evitar jornadas que desvirtúen en “catarsis”
y/o “exposiciones teóricas interminables”. Vigilancia para
exigir que los “formadores” estén preparados y tengan
experiencia suficiente, así como también que sean promotores de
diálogos horizontales respetuosos de las trayectorias de los
docentes y conscientes de los tiempos y los procesos que implica la
formación.
En el sentido de nuestro
compromiso, estos son momentos que nos interpelan a pensar que la
organización de la enseñanza exige procesos de análisis y de
actuación colectiva. En la medida en que el trabajo docente sea el
resultado de la indagación, de la deliberación informada, del
trabajo colaborativo y de las decisiones ajustadas a un marco
integral, estaremos en camino de procesos menos deformantes y más
direccionados a la escuela que queremos
El Programa Nacional de
Formación Permanente es la oportunidad para la disputa de los
sentidos del trabajo docente, para poner en juego la pelea por la
escuela pública que siempre soñamos, como el espacio de encuentro
democrático y plural para la liberación de los pueblos.
Fortalecernos y formarnos como
docentes es seguir consolidando nuestros sueños…
Para reforzar nuestro
posicionamiento, consideramos indispensable poner en conocimiento de
nuestros compañeros los siguientes documentos:
- Acta acuerdo paritaria
- Documento elaborado por
CTERA
- Resolución Nº 201/13 del
CFE
- Documento “La docencia es
un trabajo”
- Nota presentada por AGMER a
la presidenta del CGE
Equipo
de Formadores del PNFP de AGMER
Secretaría de Educación
AGMER
Instrumento para la
recuperación de Información sobre la Implementación del Programa
Nacional de Formación Permanente en cada Departamento
Seccional:
Institución:
Nivel:
Localidad:
Dpto:
Equipo Directivo:
Conformación de cargos:
Total Docentes:
Total asistente:
Otros:
Apellido y Nombre del
Capacitador:
Propuesta de trabajo en
tiempos:
Inicio:
Cierre.
Observaciones…
2ª Parte
Presentación de la Propuesta:
- Explicitación de parte del Capacitador
- Marco legal de la propuesta
- Objetivos
- Ejes Temáticos
- Metodología
- Recursos
- Evaluación
- Observaciones
- Relación vincular de los docentes con la Propuesta:
- Recepción de la propuesta: La tendencia
- los contenidos/conceptos
- la estrategia de trabajo
- otros.
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