Una trabajadora de Pelota de Trapo, organización promotora de la campaña 'El hambre es un crimen' en Argentina, fue secuestrada durante cinco horas.
Los organizadores de la campaña argentina El hambre es un crimen sufrieron el martes el noveno secuestro en 15 meses. A algunos les irrita que se denuncie la indigencia en Argentina, potencia exportadora de alimentos. De momento, los agresores continúan siendo desconocidos, y los secuestros, que suelen durar unas cuantas horas, permanecen impunes. Como el hambre.
"El único denominador común de los nueve ataques es la campaña El hambre es un crimen", concluye uno de sus promotores, Alberto Morlachetti, coordinador del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo, que incluye a organizaciones sociales como su fundación, Pelota de Trapo. "A algunos de los secuestrados les dijeron: 'Déjense de joder con esa campaña. Van a terminar con un tiro en la nuca", recuerda Morlachetti. En los ocho secuestros sufridos el año pasado algunas víctimas terminaron con heridas de arma blanca o narcotizadas.
El País-Leer
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