Paro, fuerza, dignidad y
movilización.
El día de paro, día de
huelga es un día de lucha por los derechos de todos y por más
inversión estatal en la educación pública. No es un “día no
trabajado”, por lo tanto, legalmente NO hay inasistencia. La
“inasistencia” es una figura, un concepto legal y administrativo
que NO se aplica para el día de paro. El derecho a huelga es
constitucional. Ningún directivo, que cuenta con capacitación,
puede dejarse confundir con éste tema: no puede ni debe informarle
políticamente al gobierno como “inasistencia” el ejercicio de un
derecho constitucional.
El día de paro no se
informa, y si algún funcionario o algún supervisor que se olvidó
de que era docente -y que ataca miserablemente una lucha que lo
beneficia y que lleva su ingreso a por lo menos $14.000 mensuales-,
llama y “pide lista”, solamente se le debe pasar porcentaje de
adherentes a la huelga. Además, los docentes tienen derecho a saber
el nombre del sujeto que hizo el llamado para demandarlo y
escracharlo con el gremio. Todos juntos: directivos, delegados,
militantes y docentes deben unirse contra los llamaditos cobardes.
Hagamos nosotros una lista con esas ratas para ir a buscarlas a su
nido.
Ningún compañero
docente directivo, ningún delegado, ningún trabajador de la
educación, puede dejarse trampear con la idea de que “se
sancionará al que no informe la inasistencia”, porque siempre fue
así, y todos los directivos y los docentes cumplen con la firma de
la planilla FU en caso de que falten. Te largan “informá la
inasistencia” y no te van a aclarar que paro no es inasistencia.
Decile si, siempre informo las inasistencias, pero paro te paso los
porcentajes si querés, si no vení y hablá acá con los delegados
gremiales y los docentes.
Y si la presidenta del
CGE, Graciela Bar, ratifica públicamente que su política es una
política vigilante y procesista -ilegal y antidemocrática- de pedir
los nombres de los adheridos a las huelgas, le iniciaremos las
acciones legales y gremiales correspondientes.
Que un trabajador
docente, con 20 años de antigüedad, llegue -en Diciembre- a $
5.520, es decir a poco más de la mitad de la canasta familiar real y
completa hoy -y con peligro de más ajuste con inflación y
devaluación- nos exime de mayores comentarios sobre la antipolítica
educativa nacional y provincial, y sobre el fracasado Ministro de
Educación Sileoni, que ya debería haber renunciado hace rato a su
cargo.
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