El gobierno provincial debe cambiar de actitud frente a los reclamos y la lucha de los docentes entrerrianos, y dejar de echar más leña al fuego del conflicto. Deben tomar nota que ni las reuniones con un puñado de cortesanos sin representatividad, ni las amenazas, ni las presiones, van a acallar los planteos y los objetivos de la lucha de los trabajadores de la educación.
El gobierno debe convocar a AGMER y empezar a discutir las respuestas y soluciones a las grandes cuestiones reclamadas desde las asambleas y desde el Congreso de la entidad: un aumento salarial sustancial que supere la inflación de precios y la estrechez de un salario básico que ojalá valiera como una netbook, mayores partidas para comedores escolares y para higiene, más presupuesto para la educación pública en 2011, titularizaciones sin intentos de chantajes ni dobles discursos, devolución de los descuentos sí o sí, y suspensión de los recortes de horas cátedra y de reubicaciones programados con el ajuste de la secundaria. Y sería bueno que dejen de lado las listas de paro, ya que quién las ordene se enfrentará a la demanda legal de los docentes.
Las comunidades educativas tienen en claro que los derechos de los gurises a aprender en condiciones dignas y a vivir en una sociedad más justa, a comer mejor y a soñar un futuro distinto, se juegan todos los días en las luchas docentes y populares, y no en los discursos de los que han entregado a la provincia y al país.
Los docentes estamos dispuestos a defender nuestro salario, nuestro trabajo y a pelear contra un mayor empobrecimiento de la escuela secundaria entrerriana, que contiene ya como puede frente a políticas hegemónicas que siguen siendo estructuralmente excluyentes. Asumimos el desafío de desarrollar una mayor resistencia pedagógica frente a la continuidad de las políticas neoliberales. Sería importante que gobernantes y funcionarios entiendan que sólo el diálogo y la negociación respetuosa va a evitar el agravamiento del conflicto: el congreso de AGMER aprobó, además de los paros, empezar a discutir en las asambleas el No Cierre del Ciclo 2010 o el No Inicio del 2011.
Los que luchamos no aceptamos amenazas de ningún gobierno ni de los que le hacen el juego. Y somos solidarios con los que luchan, porque fecundando las luchas construiremos un futuro distinto: el congreso de Agmer aprobó repudiar la persecución judicial del gobierno contra la asamblea ambiental Gualeguaychú y apoyar la movilización de la misma a la ciudad de Paraná, como así también rechazar la perforación irresponsable y descontrolada del Acuífero Guaraní en Entre Ríos.
El Congreso gremial también respaldó la apertura de un debate gremial en CTA para el desarrollo de un plan de lucha nacional, tal como lo ha planteado el Secretario General electo, Pablo Micheli. En este sentido, es absolutamente incomprensible, injustificable e inaceptable las amenazas de suspensiones que desde la conducción de ATE provincial se realizan a los compañeros Pedro Zuchuat y María Maydana, que como militantes de ATE y de CTA participaron democráticamente en la propuesta del Frente de Trabajadores Entrerrianos.
Esa es la política de Yaski, de excluir a los que luchan, y las bases de CTA votaron por un cambio a nivel provincial y nacional.
Mauricio Castaldo
Sec.Gral.AGMER María Grande, congresal de la entidad y
Sec.de DDHH de CTA Paraná
7/10/2010
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