domingo, 11 de julio de 2010

POR LA VALORACIÓN REAL DEL TRABAJO EDUCATIVO, PARA SALIR DEL BICENTENARIO DE LA HIPOCRESÍA Y DE LA VERGÜENZA

Declaración


POR LA VALORACIÓN REAL DEL TRABAJO EDUCATIVO,

PARA SALIR DEL BICENTENARIO DE LA HIPOCRESÍA Y DE LA VERGÜENZA

-Aumento y presupuesto ya. La listas de paro y los descuentos son un robo.

Hay que denunciar a los ladrones-



Los gobiernos provincial y nacional deben empezar a dar algunas respuestas reales, serias y concretas a las demandas de los trabajadores de la educación para que, por lo menos a partir de julio y agosto, podamos a empezar a superar el bicentenario de la hipocresía, del ajuste continuado y de la vergüenza.


Los docentes necesitamos un aumento salarial serio y sustancial, y no monedas que se devora el ajuste tramposo por inflación. El último congreso de AGMER, reunido en Villaguay, ha sido muy claro en su posicionamiento de lucha para la última parte del año: los intentos de debilitar y dividir la lucha docente han fracasado.


Sabemos que la valoración del trabajo docente se logrará con la fuerza de la lucha, sin vueltas y sin excusas, y que es un proceso abierto que, como siempre, enfrenta muchos obstáculos, empezando por la miseria ideológica y política de los gobernantes y funcionarios.


Hay compañeras y compañeros que claramente ya están planteando en las asambleas docentes, que nuestro salario básico debería reubicarse en este momento en unos $ 2.000, y eso como principio de un debate largo sobre la valoración del trabajo de enseñar, y no como un fin. Y ese ingreso básico pensado con justicia está bastante lejos de los $ 800 y pico de básico actuales. La primer transformación educativa real empezará con la conquista de la tranquilidad del docente para planificar, capacitarse, actualizarse y enseñar.


Todos los discursos y operaciones ideológicas que buscan empañar la lucha docente son cómplices del ajuste y del empobrecimiento económico, social y educativo. Así lo han sido hasta ahora: al poner su lupa contra los docentes y contra AGMER, han favorecido la pauperización del trabajo docente y del presupuesto educativo. Los cómplices del empobrecimiento educativo y social son los que siempre han tenido peros contra la lucha docente.


Las asambleas docentes y el congreso provincial gremial le exigen al gobierno que le de respuestas urgentes a la conducción de AGMER: un aumento salarial sustancial y la garantía de fondos nacionales y provinciales para la educación pública en la última parte del año es lo que inmediatamente debería comprometer el gobierno.


En el “año del Bicentenario” es una vergüenza que el gobierno no envíe libretas de calificaciones ni las partidas para limpieza, entre tantas otras cosas que se reclaman. Parece que las escuelas públicas tendrán que formar un equipo para el próximo mundial, para que el gobierno les preste algo de atención.


Los verdaderos fondos del bicentenario tendrían que ser para la educación, el trabajo, la cooperación y la cultura. El gobierno tiene que responderle a AGMER no solamente por el final del 2010 sino también ya por el presupuesto educativo 2011, que debe ser totalmente renovado y ampliado.


Y sabemos que la pelea por mayor presupuesto y mayor justicia es provincial y nacional a la vez. Por eso hay que dar un debate fuerte para cambiar la orientación política de la CTERA y la CTA nacionales, hoy lamentablemente transversales y oficialistas. Debemos forjar desde abajo planes de lucha nacionales y confederales para lograr una distribución real más que discursiva de la riqueza.


Pelear por la transformación de la asignación por hijo en una asignación verdaderamente universal y en un derecho de verdad es uno de los tantos desafíos de la lucha actual, lo mismo que el 82% móvil para los jubilados, sin chicanas ridículas impresentables ni mediocres especulaciones políticas.


Además, es un desafío de los trabajadores entrerrianos y argentinos, luchar para evitar la mayor desigualdad educativa y social que se genera, por ejemplo, con la entrega de computadoras para algunas escuelas, marginando a la mayoría.


Las asambleas docentes ya están planteando también la necesidad de desarrollar una iniciativa popular autónoma para impulsar la idea de la universalidad de las becas superiores, las becas terciarias y universitarias.


Increíblemente, algunos todavía creen que abandonando las históricas banderas de lucha de los trabajadores entrerrianos y argentinos y negociando algunas miserables monedas en alguna nueva ley de ajuste oficialista, podrán generar algún cambio profundo. Su oportunismo y su entreguismo no tienen límites.


Otros, abandonan las luchas para embarcarse en alguna pequeña aventura electoral. La politización democrática y liberadora de los movimientos sociales, desde abajo y desde las luchas concretas, es el ejemplo que se nos viene dando desde varios territorios de Nuestra América, aunque muchos no lo quieran ver.


El gobierno tiene que darle respuestas a AGMER también en otras cuestiones insoslayables: en primer lugar, la devolución de más de un año de descuentos ilegales a los días de paro, como así también la suspensión del ajuste curricular para la escuela secundaria. Otra cuestión que se debe empezar a discutir es el progresivo aumento del aporte del Estado al IOSPER.


Y está claro que los cargos que se vayan a crear para los centros escolares de apoyo infantil de los sábados deben respetar el estatuto del docente y deben concursarse con absoluta transparencia. La necedad de gobernantes y funcionarios y su ataque a la profesión docente no hacen otra cosa que agravar el conflicto. La figura del maestro monotributista para la acción social de los sábados patentiza la política paradigmática de precarización laboral, educativa y social y del gobierno. La escuela reducida a la contención social como sea de las propias consecuencias de la continuidad del neoliberalismo político, y la docencia reducida a empleo precario contenedor monotributista: es un extraño patriotismo progresista nacional y popular para el bicentenario.


En cualquiera de los casos, sabemos que, a la corta o a la larga, los trabajadores de los talleres de los sábados terminarán acompañando la lucha y las movilizaciones de AGMER.


La docencia espera impacientemente que el gobierno le responda a AGMER por todos los reclamos, sin excusas, sin discursos vacíos y sin tontas y absurdas poses mediáticas. Nosotros estamos en alerta y en contacto permanente con las bases para avanzar con el plan de lucha y la movilización.


Y vamos a plantear, gremial y legalmente, desde AGMER María Grande, que las listas de adherentes al paro y los descuentos son retención de haberes y son un robo. El docente tiene derecho a solicitar por escrito el nombre del funcionario o responsable de pedir la lista de paro, y denunciarlo, junto a su gobierno, por ladrón. El derecho a huelga es constitucional, democrático y legal, y los paros son legales: por tanto deben ser devueltos los descuentos y no debe haber más lista de paro, que son pedidas informalmente o por teléfono y que terminan siendo un robo a los trabajadores en lucha.


La clase trabajadora existe, y se afirma desde el 1ro de Mayo de 1886, porque lucha. La lucha se afirma en la consciencia de clase, no en el que la abandona, la enfrenta o la traiciona: si alguien se olvida de los derechos del docente, o de ser docente, la clase en lucha debe recordárselo, avanzando y denunciando a los ladrones de sueldos, de dignidad y de futuro.


Mauricio Castaldo

Sec.Gral.AGMER María Grande y

Congresal de la entidad

-María Grande, 11/7/2010-

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