Este 2 de Abril homenajeamos con respeto a aquellos humildes combatientes que descubrieron, en la lucha atroz y sangrienta, que tenían que enfrentar a dos enemigos: al inglés y a los mercenarios imperialistas, y a sus propios jefes militares argentinos, que actuaban con nuestros soldados con la misma lesa humanidad represiva con la que la dictadura torturaba y masacraba simultáneamente a miles de compañeros.
En Malvinas quedaron los otros desaparecidos. En la lucha, esos combatientes fueron haciéndose héroes de una resistencia contradictoria y confusa, de una resistencia aintiimperialista que va más allá de la política guerrera de una dictadura genocida, pero que tal vez no termina de superar la idea autoritaria, instituída, vertical, estrecha y gubernamental de Patria.
El trauma de Malvinas se instala por las graves contradicciones de la sociedad argentina, de una sociedad que -en términos generales y mayoritarios- mezcló esa resistencia confusa con un inaceptable patrioterismo futbolero, y que no supo ni sabe avanzar hacia un antiimperialismo revolucionario, popular e integral auténtico. A la sociedad argentina le costó y le cuesta pasar de un sentido común que escinde y separa dictadura y desaparecidos de guerra y combatientes a un sentido crítico que separe la lucha antiimperialista de las políticas instituídas por el Estado genocida argentino.
Una sociedad que se vive mintiendo a sí misma nunca va a saber a dónde ir.
Mauricio Castaldo
Sec DDHH CTA Paraná
mauriciocastaldo@gmail.com
2/4/2011
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