MADRID.- La crisis económica y social que azota a España volvió ayer a dar muestras de su crudeza: el propio gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero admitió que el 63% de los trabajadores españoles recibe ingresos brutos mensuales inferiores a los 1100 euros. Es decir, son "mileuristas".
Muchos de ellos se quejan porque esto los obliga a tener un segundo trabajo. Otros dicen que ya han considerado la idea de emigrar. Pero a nadie se le escapa que este nuevo y frío golpe de la estadística refleja la realidad que viven cada vez más empleados y autónomos desde el año pasado, descontentos por el deterioro de las remuneraciones.
El malestar se suma a la inquietud general por la preocupante tasa actual de desocupación, del 18,1%, evidente con sólo observar las largas filas frente a las oficinas de empleo y el creciente número de comercios cerrados.
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