El Grupo Clarín, vía diferentes voceros, calificó de “valiente” la expresión de CFK. El G-6 de las cámaras patronales, coincidió. Sostienen que el reto fue para Moyano y la CGT. En esta nota, algunas razones para pensar que la cuestión no es tan simple.
El discurso de CFK del jueves, junto a su amigo “Mario” (Ishii, intendente del Partido José C. Paz desde 1999, cargo al que llegó de la mano de Eduardo Duhalde primero, aliado de Aldo Rico después), no desentonó de los que viene pronunciando desde, por lo menos, la apertura de las sesiones ordinarias en el congreso nacional, el 1º de marzo pasado.
En esta ocasión, los ánimos habrían estado exacerbados por el grado de conflictividad al que llegó la situación con los docentes y los trabajadores petroleros en su provincia, Santa Cruz. Allí, los trabajadores de la educación vienen realizando marchas, asambleas, campamentos, caminatas, cortes de ruta, bloqueos, escraches y volanteadas, desde hace dos meses y medio, para lograr un aumento salarial que les permita aproximarse al costo de vida que, por aquellos pagos, marca la elevada canasta familiar real. Por su parte, los del petróleo vienen exigiendo, en el sur y en otros puntos del país, el pase a planta permanente de los contratados que tengan de 4 a 18 años de antigüedad (¡18 navidades sin saber si al año siguiente el laburo continúa!... bueno para la salud mental, ¿no?), un aumento salarial y que se respete el principio de “igual tarea, igual remuneración”. Además, acusan a la empresa de “incumplimiento de la ley laboral”.
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