Por Frente Popular Darío Santillán Rosario
El Viernes 19 de Agosto a partir de las 16 hs., en la esquina de las calles Corrientes y Córdoba, lanzamos nuestra campaña: "Los movimientos populares tenemos un proyecto de país." con actividades culturales y volanteada, junto a Socialismo Libertario, como parte de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de la Argentina (COMPA).
1.- Por un país social y ambientalmente justo y soberano. Contra el saqueo de los bienes naturales y la contaminación.
Nuestro país ha asumido, desde el punto de vista de su estructura económica, un rol claramente subordinado en el escenario internacional, consolidando un modelo extractivo que prioriza la exportación de materias primas por sobre la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo.
Este modelo está asentado principalmente en la explotación de la naturaleza, la concentración, extranjerización de la tierra y de la economía en general, avasallando los derechos de los pueblos. Su saldo, es la generación de ganancias extraordinarias para unos pocos a costa del deterioro de los diferentes ecosistemas y la destrucción de la salud de los suelos, del agua y del aire, es decir de los bienes comunes, sociales y naturales.
Las políticas agrícola, pesquera, minera y de hidrocarburos es llevada a cabo por un puñado de empresas transnacionales -de origen argentino o extranjero- las cuáles actúan bajo el paraguas del poder político, pero en función de su propia estrategia de acumulación. La legislación vigente explica la exorbitante rentabilidad de estas empresas (Barrick Gold, Repsol, Monsanto y otras). La profundización de la estructura legal entreguista heredada de los ‘90 es quizá uno de los aspectos más claros del continuismo entre los distintos gobiernos que en este aspecto, han reforzado el modelo neoliberal.
Los daños ambientales causados por actividades como el monocultivo de soja con el uso de agrotóxicos, la mega-minería, las explotaciones petroleras, entre otras, ampliamente denunciados y enfrentados por las organizaciones populares, tienen consecuencias sociales aún más graves: ponen en peligro las economías regionales y la salud de las poblaciones, así como la cosmovisión particular de las comunidades que habitan las regiones afectadas. Desde este punto de vista, este modelo, poco o nada tiene de “nacional y popular”.
Nos oponemos a este esquema de saqueo de los bienes de la naturaleza y de contaminación de nuestras comunidades. Nuestra lucha es por un proyecto de país soberano y solidario, que garantice la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo y no devaste el ambiente ni la naturaleza; un país en el que la tierra, el agua, los minerales, la fauna marítima, los hidrocarburos y todos los bienes esenciales para la vida se encuentren bajo control popular; a partir de la gestión, autodeterminación y consulta de las poblaciones que habitan nuestros territorios, en pos del bienestar del conjunto de la sociedad.
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