Recordar para celebrar, para revivir la historia, para valorar a quienes gestaron lo que conocemos como Revolución de Mayo, el 25 de Mayo de 1810.
Allí afloraron las ideas que venían madurando. Sus protagonistas, todos soñadores de una América independiente: Manuel Belgrano, Rodríguez Peña, Castelli, Vieytes, Monteagudo.
Precisamente, Mariano Moreno, uno de los motores de la Revolución de Mayo, escribió: “Nada hay mas digno de la atención de los magistrados que promover por todos los medios la mejora de la educación pública”, creó la jubilación para todos los docentes “ofreciéndoles una particular protección del gobierno en todas las pretensiones que se promuevan”.
Pasaron casi 200 años de su publicación y esos ideales siguen vigentes, nosotros, como trabajadores de la educación debemos recrear esa historia. Es bueno revisar críticamente pensamientos e ideales de aquella época y participar en los conflictos que hoy nos atraviesan.
No hay razón alguna para seguir postergando la históricamente pospuesta redistribución del ingreso, la inclusión social, los derechos del pueblo trabajador.
No será ninguna concesión, ninguna dádiva, será el cumplimiento con el mandato histórico el mejor homenaje a los que tuvieron el coraje hace casi 200 años de comenzar este largo camino hacia la independencia y la justicia.
Este 23 de mayo, Día del trabajador de la educación, que nos encuentre unidos y fortalecidos en la disputa por un salario en blanco, condiciones laborales dignas para enseñar y aprender.
¡Escuela pública siempre!
AGMER – Comisión Directiva Central
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