Era 1572, cuando el último soberano del imperio del Tahuantinsuyo, el Inca Tupac Amaru, fue sometido por los españoles. Durante 40 años, había resistido en las montañas del Perú. Cuando el sable de su verdugo, le partió el pescuezo, los sabios y los profetas del imperio aseguraron que en algún momento del futuro, la cabeza se juntaría nuevamente con el cuerpo para seguir la resistencia. (1)
Tuvieron que pasar dos siglos, en 1781, José Gabriel Condorcanqui Noguera, era el líder de la rebelión más grande de estas tierras. La cabeza y el cuerpo separados se juntaron en él, cuando tomó el nombre de "Tupac Amaru", cumpliéndose así la profecía de su resurrección. Los gratuitos trabajadores de las minas, las haciendas y los talleres, se levantaron, siguiendo al líder que sumaba victoria tras victoria, haciendo peligrar al imperio español.
No habia otro camino que la rebelion...
No hay comentarios:
Publicar un comentario