En el departamento Concordia, en relación a estos temas, las cosas no han cambiado mucho: el sistema de infraestructura ha colapsado, instituciones escolares superpobladas, con aulas llena de alumnos, hacinados, escuelas faltantes (de los 10 edificios a construir solo empezaron tres)...
Por iniciativa de docentes, ordenadazas, cocineras, alumnos, directivos, la situación no es muy complicada, ya que si es por lo que el gobierno envió a las escuelas como partida “con aumento” sería imposible encarar las soluciones que la situación requiere.
Hay tres escuelas con problemas de agua, en una de ellas se redujo el horario escolar a dos horas por día, en otra no hubo clases por la mañana…
Una vez más y van…
El gobierno con su bombardeo mediático y sus periodistas que aportan para la corona, nos promete una escuela con todos los elementos de higiene que la hora impone, pero a decir verdad, brillan por su ausencia.
Entre otros temas, hace muchos años Agmer viene aportando y exigiendo debates con distintas metodologías de trabajo para encontrar soluciones a la acuciante problemática de infraestructura y comedores, nunca se tomaron estos aportes ya sea en mesas y/o en paritarias.
No entendemos los conceptos vertidos a la opinión pública de gremios hermanos cuando hablan dejar de estar en “la cuerda floja”, dado que ha sido este sindicato quien en esta última década ha instalado la discusión en lo referente a los graves problemas de infraestructura escolar, denunciando, haciendo publico la situación de nuestras escuelas.
Las instituciones escolares se arreglan como pueden, y con las mismas carencias que tenían antes de la pandemia. Es intolerante que en estos tiempos de precaución y prevención, para arreglar un tanque de agua de una escuela se esté pidiendo a Arquitectura y estemos esperando más de una semana para que se lo arreglen, obviamente que tiene su tiempo burocrático y de ejecución de obras, planeamiento y elaboración de presupuesto; pero se necesitan mecanismos para que “en tiempo real” se den soluciones.
En la mayoría de las escuelas les han enviado una nota a los alumnos planteándoles que tienen que llevar el jabón, la toalla y alcohol, naturalizando la vivencia cotidiana de los funcionarios que sí tienen jabón, toallas y alcohol en sus casas, o acaso en la canasta denigrante de nosotros los trabajadores se puede disponer de alcohol o jabón extra? ¿Todos nuestros barrios de la ciudad tienen agua corriente en las casas?
Las escuelas públicas deben tener en cada baño jabón, toallas descartables y alcohol para todos y cada uno de los estudiantes entrerrianos: La salud es un derecho.
Párrafo aparte el manoseo a los transportistas escolares que llevan a los alumnos de escuelas rurales: la deuda llegó, en su momento, a cuatro meses, y si para el jueves no cobraban lo adeudado habían planteado parar sus servicios, ya elevaron una nota a la presidenta del CGE Graciela Bar quién no le dio la audiencia y después de deambular por todos la dos, y ser tratados muy mal por las autoridades, le prometieron un acuerdo. Plantean además de cobrar lo adeudado, actualización, estabilidad. Hay transportistas que prestan el “servicio” hace más de 15 años y todo el fin de año es un misterio que pasa al otro año. Esto es una muestra del proceder de esta gestión.
Del relevamiento realizado, por AGMER Paraná y AGMER Concordia, en esta vuelta a clases, resulta claro que los organismos de control, no controlan al gobierno y que las condiciones donde se da el hecho educativo no son dignas, ni legales de acuerdo a las normas que regulan la arquitectura escolar y las condiciones sanitarias y de salubridad en el ámbito escolar.
Estas son algunos análisis para entender y descifrar la lógica de esta gestión de gobierno para educación y salud: Que ironía no? quienes deben garantizar piden “colaboración” a la sociedad. Una vez más se pone de manifiesto la ausencia del Estado.
Roque Santana (Sec.Gral AGMER Paraná)
Miguel Stegbañer ( Sec.Gral AGMER Concordia)
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