Daniel Gallo
LA NACION
Más de la mitad de las personas que murieron por gripe A en la Argentina eran pacientes sanos, sin patologías adicionales.
Los datos, dados a conocer ayer por el Ministerio de Salud después de 22 días sin partes oficiales, dejan en evidencia que el virus H1N1 no sólo es peligroso para los denominados grupos de riesgo, como se creyó al comienzo de la epidemia, sino para todos.
De las 337 víctimas mortales confirmadas hasta ahora, el 53% eran personas sin enfermedades prevalentes. Hay, además, otros 402 fallecimientos en todo el país que son analizados por la sospecha de que se deben a la gripe A.
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