Los estudiantes pueden aprobar con una investigación de campo, un video o una composición musical.
La idea es reducir el índice de fracaso y sobre todo la repitencia a la que muchos llegan directamente, sin presentarse a las mesas examinadoras. Procuran hallar formas menos “rígidas” de evaluar a los alumnos. El seis continúa siendo la nota necesaria para poder aprobar.
La prueba escrita en la escuela secundaria va camino de convertirse en una rareza: desde Educación impulsan la implementación de modos alternativos de evaluación de modo de evitar los altos índices de fracaso. No quieren que la prueba escrita sea el único modo de medir el grado de conocimiento adquirido por los estudiantes.
En Entre Ríos, el nivel de repitencia en la secundaria se ubica en valores altos, que van del 16 al 18%, según datos del Consejo General de Educación (CGE), y por eso las autoridades se han propuesto distintas estrategias, dirigidas a mejorar los aprendizajes y elevar el nivel de rendimiento de los estudiantes.
Así, las tutorías pedagógicas se generalizaron al medio millar de escuelas secundarias que funcionan en la provincia, un sistema de apoyo escolar con docentes especialmente contratados, cuya misión consiste en reforzar los aprendizajes de los alumnos en asignaturas críticas. Se trata de un programa financiado por la Nación, que las escuelas administran en función de las dificultades que evidencien sus alumnos.
CÓMO EVALUAR. Marcela Mangeón, directora de Educación Secundaria del CGE, sostiene que este año se espera que las escuelas puedan poner en práctica nuevos conceptos de evaluación, de modo que los docentes puedan “variar las formas cómo evalúan” a los estudiantes.
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