Fué propuesta de Agmer María Grande para el debate en el Congreso de la entidad
La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos, (Agmer) puso reparos a la implementación de la promoción directa en el primer grado de la escuela primaria • El secretario adjunto, Alejandro Bernasconi, dijo a APF que si bien la entidad no se opone a la iniciativa, “en principio al conjunto de la docencia no es una propuesta que convenza” • Tras señalar que “hay tiempos que son necesarios que el alumno permanezca en la escuela”, el dirigente enfatizó la necesidad de que se discuta “en el marco de qué proyecto educativo se implementaría” esta idea.
Exigen una oferta antes del 23 para evitar la medida de fuerza
Agmer vuelve al paro en reclamo de aumento salarial
...Escenario
El escenario que ahora se plantea es distinto para la relación entre los docentes y el Gobierno. Cuando en enero último asumió la nueva conducción de Agmer, una coalición entre la histórica Lista Celeste, una variante de ésta, la Celeste Compromiso y la Agrupación Paulo Freire, de orientación kirchnerista, el Ejecutivo pensó que habría una relación más previsible con el gremio de los maestros.
Los datos de la realidad corroboraron ese aserto, hasta que la falta de respuestas en demandas puntuales empezó a tensar la cuerda. No hubo, como se prometió, devolución de los días descontados por huelga –sólo en 2011, hubo 17 días de paro–, no se vislumbró la posibilidad de rediscutir para el segundo semestre la oferta que se había hecho en marzo y, encima, apareció la decisión oficial de retener de los salarios docentes el Impuesto a las Ganancias, un punto de alta fricción con todos los sindicatos.
Los docentes, además, se encargaron de hacer notar que había mar de fondo aún cuando no se repitiera este año la seguidilla de paros que hubo a lo largo de 2011. La elección de la vocal gremial, el 5 del actual, demostró que el discurso más confrontativo con el Gobierno que enarbola la Agrupación Rojo y Negro, tiene ascendencia entre los maestros.
El escenario que ahora se plantea es distinto para la relación entre los docentes y el Gobierno. Cuando en enero último asumió la nueva conducción de Agmer, una coalición entre la histórica Lista Celeste, una variante de ésta, la Celeste Compromiso y la Agrupación Paulo Freire, de orientación kirchnerista, el Ejecutivo pensó que habría una relación más previsible con el gremio de los maestros.
Los datos de la realidad corroboraron ese aserto, hasta que la falta de respuestas en demandas puntuales empezó a tensar la cuerda. No hubo, como se prometió, devolución de los días descontados por huelga –sólo en 2011, hubo 17 días de paro–, no se vislumbró la posibilidad de rediscutir para el segundo semestre la oferta que se había hecho en marzo y, encima, apareció la decisión oficial de retener de los salarios docentes el Impuesto a las Ganancias, un punto de alta fricción con todos los sindicatos.
Los docentes, además, se encargaron de hacer notar que había mar de fondo aún cuando no se repitiera este año la seguidilla de paros que hubo a lo largo de 2011. La elección de la vocal gremial, el 5 del actual, demostró que el discurso más confrontativo con el Gobierno que enarbola la Agrupación Rojo y Negro, tiene ascendencia entre los maestros.
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