Caracterizar adecuadamente bajo qué tipo de crisis malvivimos, es imprescindible para no cometer errores estratégicos. Los datos sobre el desempleo, la muy débil e incierta recuperación económica mundial, las dificultades que amenazan a Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, etc., el encarecimiento de alimentos, fármacos y energías, las hambrunas, la saturación de la capacidad de carga del planeta, el resurgimiento de las luchas populares en el Norte de África y en el corazón del imperialismo, la militarización, la contraofensiva de las burguesías, todo indica que no estamos ante una simple crisis. Ahora mismo existe una profunda inestabilidad financiera que tiene su origen en la abisal distancia entre la producción mundial de valor y el total de capital financiero. Por cada dólar de valor real existen casi 20 dólares flotando sin soporte material. Crisis financieras han existido, que se sepa, desde 1637 cuando pinchó la “economía de aire” pese a los esfuerzos de controlarla desde 1610. Según la industria y el comercio pierden rentabilidad, los capitales se vuelcan en el “juego bursátil”, en la “ingeniería financiera”, en la especulación de alto riesgo que al principio reactiva la economía pero luego la ahoga en un océano de deudas impagables.
Para salir de la crisis de finales de los ’60, el capitalismo lanzó la feroz contraofensiva neoliberal que obtuvo triunfos significativos pero no logró relanzar masivamente los beneficios. A mediados de los ’80 EEUU y Gran Bretaña forzaron la desregulación de los controles financieros instaurando el capitalismo “de casino”, de “dinero loco”. La URSS, minada por la burocracia y el ataque imperialista desde 1917, no pudo aguantar e implosionó. Parecía que por fin el capitalismo había superando sus limitaciones y que se iniciaba la era la de la “economía del conocimiento”, “desmaterializada”; pero bajo la superficie se agitaban las contradicciones negadas por la propaganda. Crisis financieras y de deuda habían estallado en los ’80, en los ’90 emergieron las luchas de los pueblos y la catástrofe de los “tigres asiáticos”, supuestos ejemplos de la “nueva economía”. Un anuncio de lo que se avecinaba apareció en el corralito argentino a comienzos del siglo XXI, pero la enceguecida estupidez burguesa siguió dirigiéndose al desastre de 2007-2011.
Tucumán:
La CTA crea un observatorio de derecho laboral
Con el objetivo de analizar las problemáticas laborales, dentro de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se constituyó el Observatorio de Derecho Social.
"Estamos convencidos de la necesidad de construir una central de trabajadores autónoma, participativa y pujante en la conquista de los derechos sociales, que acompañe las luchas sindicales y con la estrategia puesta en la construcción colectiva de un modelo solidario entre los trabajadores activos, pasivos y desocupados", explicó el ex secretario de Derechos Humanos, Bernardo Lobo Bugeau. "Se trata de una herramienta técnica y reivindicativa de la libertad y de la democracia sindical", agregó.
En una primera etapa, el Observatorio desarrollará sus jornadas de coordinación los martes y viernes por la mañana. "Se recibirán consultas de las distintas asociaciones y delegados de base gremiales", precisó Lobo Bugeau. La presentación formal del organismo estará a cargo del secretario general de la central de trabajadores en Tucumán, Salvador Agliano y se hará el viernes.
Lobo Bugeau integrará el observatorio de derecho social junto a los especialistas en derecho laboral Leonardo Horacio Bauque, Guillermo Sixto Fernández, Manuel Pardo Moyano y Mario Poggio.
Gorilas y Vendepatrias
Por Ignacio González Lowy – Así le gritaban los militantes y funcionarios kirchneristas a los 7.000 mendocinos que se movilizaron el sábado contra el proyecto megaminero San Jorge. Paremos la moto y veamos…
Para Santana, “después de un siglo, la lucha de las mujeres continúa”
LA JUSTICIA PORTEÑA DISPUSO ARCHIVAR LA CAUSA POR LA OCUPACION DEL PARQUE INDOAMERICANO
No fue un delito, sino un problema social
Fiscales porteños habían pedido la detención de seis personas, entre ellas dirigentes barriales que participaron en las negociaciones para resolver el conflicto. Para la jueza no hubo usurpación, sino ocupación indebida del espacio público.
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