El 1ro de Mayo es el día internacional de la lucha de los trabajadores contra la explotación y la alienación capitalista y mercantil cotidiana. Mal que les pese a varios, nadie puede borrar el significado histórico y auténtico del 1ro de Mayo como momento y horizonte de combate estructural contra las desigualdades y las injusticias. Aquellos trabajadores de 1886 nos dieron una lección eterna de autonomía popular y de lucha inclaudicable, al hacerse fuertes en la unidad combativa de la clase social y evitando ser usados y manipulados por los partidos políticos y los gobiernos.
El 1ro de Mayo fue y será la expresión histórica condensada de la lucha por la liberación y la reapropiación de los tiempos de la vida. Es el grito inmortal de lucha por el reparto mundial y real del trabajo, de la riqueza y del tiempo libre, y será siempre la consigna central de un horizonte libertario y movilizador de emancipación social. Nuestro desafío como trabajadores es reafirmar la memoria histórica y genealógica y evitar ser cómplices de la “ideología del feriado, del trabajo y del olvido” instituída por la reacción nazi y fascista a principios del S.XX para reprimir, también en lo ideológico, la consciencia de clase de los trabajadores.
El pensamiento autónomo nos enseña que clase y lucha de clase son sinónimos en la práctica. Los trabajadores de 1886 no dudaron en enfrentar a traidores, cómplices, cobardes, carneros, esquiroles y amarillos en la lucha por el cambio económico y social. En este sentido, queda claro que, trabajador y clase trabajadora son nociones históricas muy claras que hablan de los que estaban y están del lado de las luchas y no los que le ponen un precio a su dignidad.
En la Argentina del Bicentenario, como en Grecia, como en Islandia, como en España, como en casi todo el mundo, el gobierno planifica hacer pagar la crisis capitalista a los trabajadores y al pueblo. Somos los trabajadores los que debemos decidir si somos parte las internas de las superestructuras del poder y de los aparatos del Estado o si empezamos a profundizar las luchas pensando y programando, como los trabajadores griegos, una huelga general del pueblo, y exigiendo, como el pueblo de Islandia, un plebiscito que nos permita democráticamente rechazar la usura expoliadora y el saqueo de una deuda externa ilegítima y fraudulenta.
Mauricio Castaldo
Sec.Gral.AGMER María Grande
y Congresal de la
Agrupación Rojo y Negro 1ro de Mayo
de AGMER
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